Cansa demasiado cargar todo el peso de querer y no poder encajar en la sociedad y conseguir lo que más deseas en esta vida, por más simple que parezca para muchos.
El dolor de ver como el mundo se mueve pero tú te atascas y nada cambia. Ver cómo desperdicias años de tu vida persiguiendo algo que nunca llegará.
La felicidad.
Parece inalcanzable, pero, ¿por qué todos la alcanzan?
¿Por qué todos menos yo?
¿Qué hice yo para merecerla menos que los demás?
Y entonces remonto a un salón lleno de personas, personas que tienen la opción de estar con quienes quieran, personas que totalmente se desconocen entre ellas.
Por alguna razón nunca soy yo esa persona a la que escogen. Nadie me acepta allí donde yo quiera estar.
Es imposible.
Pero la mayoría lo logra.
¿Cómo? ¿Cómo lo hacen? ¿Cómo puedo yo ser alguien? ¿Cómo puedo acercarme a la sociedad? ¿Cómo puedo alcanzar la felicidad?
Quizás me odian, quizás me odio. No tiene sentido seguir quejándome. Es tiempo de aceptarlo. No puedo alcanzar tan solo 10 minutos de esa felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario