Me lo creí tanto, parecía tan real, que me perdí en la realidad. Fue tan bonito en mi cabeza que ahora te tengo que dejar ir, aunque realmente nunca estuviste aquí.
Quizás en otra vida tenga al menos la oportunidad de conocerte, de hablar contigo, de conectar más. Este mundo, esta sociedad, se nos queda corta. Necesitamos mucho más y a la vez mucho menos.
Ojalá en esa otra vida pueda mirarte sin miedo, podamos estar en una realidad donde nada importa, donde tú seas parte de este mundo que ahora mismo se cae a pedazos.
Ahora mismo debo dejarte, eliminarte de mi cabeza, o al menos de la parte en la que has estado todo este tiempo.
He encontrado a alguien que bien no te reemplazará, pero acomodará el vacío que dejaste y todo seguirá como antes, pero sin ti.
Espero que esta vez esta persona pueda rellenar cada vacío que has dejado, aunque luego lo deje todo tal y como tú lo dejaste.
El destino quiere que sea así, la soledad me persigue a todos lados. Debo seguir viviendo en un mundo de mentira, de papel y de cuentos. Quizás así puedo calmar el dolor de querer ser alguien que no puedo ser, y tener a alguien que no puedo tener.
Nunca diré esto,
te amo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario