No sé cuándo fue la primera vez que te conocí, pero porque realmente siempre te conocí. Al nacer, ya tú estabas ahí.
En mis primeros recuerdos, ya éramos amigos. No teníamos mucho en común, pero siempre encontrábamos la forma de entretenernos juntos.
En los últimos años éramos mejores amigos, y sabías algunos secretos que nadie más sabía. Pasaba todos los veranos contigo.
Todos hasta que llegó 2022.
Seguíamos siendo mejores amigos, pero cada vez que estábamos juntos acabábamos mirando el móvil o hablando sobre otras personas que estaban en nuestro círculo de amigos. Todo iba a peor, y solíamos pelear muy frecuentemente.
En todas las peleas solíamos hablar y solucionarlo, pero al final por una estupidez acabamos enfadados y aunque sí lo hablamos nada volvió a ser igual.
Sabíamos que muchas cosas habían cambiado, y que ya no éramos lo que solíamos ser. Cuando estábamos juntos dejamos de hablarnos, solo de cosas importantes, y empezamos a evitarnos siempre que estábamos cerca.
Este 2024 ha cambiado un poco, ya hablamos y volvemos a ser amigos, pero ya no somos mejores amigos. Aunque para mí aún eres muy importante, para ti ya yo no lo soy.
Entiendo que has encontrado gente mejor, y eso es bueno, pero siempre te extraño. Aunque tú has conseguido reemplazarme yo realmente no creo que nunca consiga reemplazarte.
Eres la única persona a la que realmente le importaba si yo me sentía mal y la única persona con quien podía desahogarme sin sentirme aún peor.
Aún me duele que todo cambiase, pero nada dura para siempre. Aunque yo tampoco dure eternamente, el aprecio que tenía como amiga siempre quedará y nunca nadie podrá cambiarlo.
Muchas gracias por todo, fuiste y serás una de las personas más importantes de mi vida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario